La vid

La vid es un arbusto constituido por raíces, tronco, sarmientos, hojas, flores y fruto. A través de las raíces se sutenta la planta, mediante la absorción de la humedad y de las sales minerales necesarias; el tronco y los sarmientos son meros vehículos de transmición. Las hojas son el órgano más importante de la vid, pues son las encargadas de transformar la savia bruta en elaborada, y son las ejecutoras de las funciones vitales de la planta (trnaspiración, respiración y fotosíntesis). En ellas, a partir del oxígeno y el agua, se forman las moléculas de los ácidos, azúcares, etc, que se van a acumular en el grano de la uva condicionando su sabor.